Blíster de formación térmica
El blíster más típico es de este tipo. Calentando una lámina de plástico u otro polímero a una temperatura en la que pueda moldearse se crean blísteres de termoformado. Este envase tiene un orificio en cuyo interior se puede insertar y fijar la etiqueta de cartón con los datos del producto. Existen innumerables opciones. Además, este envase es 100% reciclable siempre que se utilice el tipo de plástico adecuado. El hecho de que este tipo de blíster proteja contra la humedad, el agua y los golpes es una gran ventaja.
Blíster sellado mediante calor
En este método, el componente de plástico se termoconforma, pero con una importante distinción: el plástico se adhiere a una caja de cartón sobre la que se aplica un barniz único. Aunque es muy popular hoy en día, este método no es el ideal, ya que el plástico se adhiere al cartón y quedan residuos del mismo, lo que dificulta enormemente el reciclaje del envase. Además, el cartón absorberá toda el agua si la mercancía se moja, lo que podría estropearla.

Blíster encapsulado
El film termoconformado utilizado para crear este tipo de blíster queda "atrapado" dentro del cartón troquelado. Con los materiales adecuados, este proceso elimina la necesidad de pegar el cartón al plástico, haciéndolo completamente reciclable.
Blíster con termoconformado de alta frecuencia
En este tipo de blíster se utiliza la soldadura de alta frecuencia además del proceso de termoconformado. Como el calor y la presión se utilizan para unir la lámina previamente termoconformada con otra lámina de plástico, queda muy bien sellado.
Es estupendo si queremos que nuestra mercancía esté bien protegida de las condiciones atmosféricas y los golpes, y muy difícil de abrir sin una herramienta como unas tijeras o un cuchillo. Estos blísteres suelen estar compuestos de PVC, lo que los hace reciclables para su uso en construcción, fontanería, etc.
Blísteres autosellables y de doble burbuja
Un ejemplo de envase es el blíster autosellable, que consiste en dos láminas termoconformadas unidas por una especie de "bisagra" de plástico. Suelen emplearlo los artículos ligeramente más pesados. La principal ventaja de este blíster es que es reutilizable y fácil de montar porque no requiere soldadura de alta frecuencia. El blíster de doble burbuja, por su parte, es idéntico pero no tiene bisagra. Ambos pueden utilizarse una y otra vez para el mismo producto.
Blíster para medicamentos
Suele tener una lámina de aluminio que cubre los comprimidos dentro de una lámina termoconformada.
Dado que permite una medición precisa de la dosis y evita errores del cliente, suele ser asequible, sencillo y un método inteligente para administrar una receta. Además, suele llevar una línea troquelada (línea de puntos) para facilitar la identificación de una dosis de las demás.
